Shostakovich - Piano Quintet Op.57 & Trio No.2 Op.67
Compositor soviético. Su producción abarca todos los géneros: la ópera, la comedia musical, la sinfonía a la miniatura para piano, la música concertante, la cantata, el cuarteto de cuerda y la música para el cine. Autor prolífico, escribió un total de 147 números de opus, correspondientes muchos de ellos a obras que hoy se cuentan entre las páginas más interpretadas y grabadas del repertorio.
Si el op. 8 Trio representa la primera floración del dominio temprano de la música de cámara por parte de Shostakovich, su sútil Quinteto para piano es producto de su madurez, a pesar de haber sido compuesto solo 17 años después. Apareció a raíz de la famosa ópera Lady Macbeth del distrito de Mtsensk, que a pesar de ser un logro supremo fué objeto de un severo ataque por parte de los intransigentes del Partido Comunista, sobre todo en un artículo de 1936 en Pravda que lo denunciaba por el excesivo modernismo. La Quinta Sinfonía del compositor de 1937, anunciada como "la respuesta creativa de un artista soviético a la crítica justificada", se convirtió en una especie de penitencia musical para la ópera.
Bajo la línea simplista del partido de Stalin, el arte soviético debía ser claro, directo, sano y capaz de inspirar a los que no se lavaban ni a los que no tenían educación. La penitencia fue aceptada, y por el momento Shostakovich volvió a estar a favor, tanto con el Partido como con el público. (La adulación temprana para la Quinta ha continuado hasta el día de hoy, en todo el mundo). Del mismo modo, la muy diferente Sexta Sinfonía de 1939 no fué solo un éxito público, sino que un crítico soviético lo elogió por representar un progreso aún mayor por parte del compositor en la liberación él mismo de tendencias "formalistas".
Pero si muchos estaban desconcertados por la estructura peculiar de la Sexta Sinfonía y el lirismo moderado, a casi todos les encantó el Quinteto para piano escrito en el verano de 1940, que logró ser riguroso y accesible. Shostakovich "se escribió a sí mismo" en el quinteto, le confió a su amigo Isaak Glikman, de modo que cuando los conjuntos soviéticos hicieran una gira con la pieza se verían obligados a llevarlo consigo. El truco funcionó: Shostakovich obtuvo permiso para viajar mucho, tanto dentro como fuera de la Unión Soviética, con los cuartetos de cuerda de Beethoven y Glazunov.
La pieza está escrita en un estilo claro y enfático, pero con suficiente lenguaje armónico penetrante de Shostakovich como para que un miembro de la línea dura del Partido se quejara impresa de sus "nuevos y forzados sonidos nuevos resultantes de búsquedas formales abstractas". (Supongo que no puedes complacer a todos.) El Cuarteto de Beethoven tocó en el estreno en Moscú en noviembre de 1940, con el compositor al piano. El éxito público fue una vergüenza, ya que el partido todavía consideraba la música de cámara como una actividad burguesa. Sin embargo, la pieza ganó un premio de Categoría Uno en los Premios Stalin de 1940.
El Preludio de Lento establece directamente la clave de sol menor, y la Fuga de Adagio que sigue, basada en una idea motora del Preludio, subraya la deuda del trabajo con las formas clásicas. Aquí, como en todas partes, el piano se muestra con prominencia, a pesar del hecho de que Shostakovich había bromeado con sus músicos colegas de cuerdas diciendo que hacía sus partes más difíciles que las suyas. El estado de ánimo del tercer movimiento (Scherzo: Allegretto) ha sido descrito como lúdico y bucólico por más de un comentarista, que algunos creen que fue parte del "lenguaje de código" de Shostakovich para satirizar a Stalin y sus rudos secuaces. La manera ampliamente cómica en la que el compositor rocía "notas equivocadas" se convertiría en uno de sus medios característicos de morder la sátira. El triste, Lento lírico es una expresión muy personal de la remota soledad del artista soviético, y muy probablemente un momento personal del corazón del compositor. El Quinteto concluye con un efectivo Allegretto Finale, lleno de densas texturas contrapuntísticas y clímax propulsivo.
Bajo la línea simplista del partido de Stalin, el arte soviético debía ser claro, directo, sano y capaz de inspirar a los que no se lavaban ni a los que no tenían educación. La penitencia fue aceptada, y por el momento Shostakovich volvió a estar a favor, tanto con el Partido como con el público. (La adulación temprana para la Quinta ha continuado hasta el día de hoy, en todo el mundo). Del mismo modo, la muy diferente Sexta Sinfonía de 1939 no fué solo un éxito público, sino que un crítico soviético lo elogió por representar un progreso aún mayor por parte del compositor en la liberación él mismo de tendencias "formalistas".
Pero si muchos estaban desconcertados por la estructura peculiar de la Sexta Sinfonía y el lirismo moderado, a casi todos les encantó el Quinteto para piano escrito en el verano de 1940, que logró ser riguroso y accesible. Shostakovich "se escribió a sí mismo" en el quinteto, le confió a su amigo Isaak Glikman, de modo que cuando los conjuntos soviéticos hicieran una gira con la pieza se verían obligados a llevarlo consigo. El truco funcionó: Shostakovich obtuvo permiso para viajar mucho, tanto dentro como fuera de la Unión Soviética, con los cuartetos de cuerda de Beethoven y Glazunov.
La pieza está escrita en un estilo claro y enfático, pero con suficiente lenguaje armónico penetrante de Shostakovich como para que un miembro de la línea dura del Partido se quejara impresa de sus "nuevos y forzados sonidos nuevos resultantes de búsquedas formales abstractas". (Supongo que no puedes complacer a todos.) El Cuarteto de Beethoven tocó en el estreno en Moscú en noviembre de 1940, con el compositor al piano. El éxito público fue una vergüenza, ya que el partido todavía consideraba la música de cámara como una actividad burguesa. Sin embargo, la pieza ganó un premio de Categoría Uno en los Premios Stalin de 1940.
El Preludio de Lento establece directamente la clave de sol menor, y la Fuga de Adagio que sigue, basada en una idea motora del Preludio, subraya la deuda del trabajo con las formas clásicas. Aquí, como en todas partes, el piano se muestra con prominencia, a pesar del hecho de que Shostakovich había bromeado con sus músicos colegas de cuerdas diciendo que hacía sus partes más difíciles que las suyas. El estado de ánimo del tercer movimiento (Scherzo: Allegretto) ha sido descrito como lúdico y bucólico por más de un comentarista, que algunos creen que fue parte del "lenguaje de código" de Shostakovich para satirizar a Stalin y sus rudos secuaces. La manera ampliamente cómica en la que el compositor rocía "notas equivocadas" se convertiría en uno de sus medios característicos de morder la sátira. El triste, Lento lírico es una expresión muy personal de la remota soledad del artista soviético, y muy probablemente un momento personal del corazón del compositor. El Quinteto concluye con un efectivo Allegretto Finale, lleno de densas texturas contrapuntísticas y clímax propulsivo.
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